Fragmento de Cuadernos de Lanzarote
La importancia que puede tener usar una palabra en vez de otra, aquí, más allá, un verbo más certero, un adjetivo menos visible, parece nada y finalmente lo es todo.
Ahí me encuentro.
Parada frente a una góndola llena de palabras, sin saber cuál elegir. Sin poder darme cuenta cuál es la más adecuada para mi frase. Elijo una, la devuelvo a su lugar, agarro otra no muy convencida... Hasta que en un momento pienso la sutil diferencia que existe entre HABLAR y DECIR...
Hablar es un acto casi reflejo diría yo..
Pero decir, tiene que ver con exteriorizar un pensamiento.. y ahí radica la dificultad de estos días.
Son en estas situaciones donde uno empieza a regularse. A controlarse. A advertir lo riesgoso que puede resultar decir mucho.
Y, lamentablemente, terminamos callándonos.. por miedo a equivocarnos. Por miedo a hablar, y no decir nada.
domingo, 29 de agosto de 2010
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